Dirección: Luis Buñuel
Producción: Gustavo Alatriste
Guion: Luis Buñuel, Luis Alcoriza
Música: Raúl
Lavista, sobre temas de Ludwig van Beethoven, Frédéric Chopin, Domenico
Scarlatti, canto gregoriano y varios "Te Deum"
Fotografía: Gabriel Figueroa
Protagonistas: Silvia Pinal, Enrique Rambal, Claudio Brook, José
Baviera, Augusto Benedico, Luis Beristáin, Antonio Bravo, Jacqueline Andere
País: México
Año: 1962
Género: Drama surrealista
Duración: 93 minutos
Idioma: Español
Sinopsis
Un grupo de burgueses es citado a una fiesta en una mansión después de asistir a la ópera. Mientras éstos departen agradablemente en el comedor, los
empleados de la casa sienten la necesidad de abandonarla sin motivos justificables, hasta quedar únicamente un camarero como parte de la servidumbre. Al finalizar
la cena, una de las invitadas da un pequeño recital de piano y luego se sirve
un café para amenizar la charla entre los asistentes. Luego, inexplicablemente, las
personas se ven incapaces de abandonar el salón de la mansión y durante días se
ven obligados a convivir en condiciones de insalubridad e incomodidad, lo que
genera todo tipo de roces y tensión en el grupo.
En principio, mientras se departe tranquilamente, todos son delicados en sus formas e ingeniosos en sus comentarios, unos dechados de virtud. Sin embargo, cuando comienzan a tener conciencia que algún tipo de fuerza ajena e incomprensible les impide abandonar el salón, empiezan a surgir comportamientos hoscos y rivalidades poco dignas de personalidades tan sublimes. Asistimos entonces a la degradación. No hay medicamentos, ni alimentos, ni agua, ni camas ni nada. Tan solo un salón con algunos muebles y poco más.
Con el paso de los días, terminan aflorando los instintos más básicos, constitutivos del ser humano, que ya no vale la pena ocultar mediante protocolos sociales. Como en un reality moderno, se tejen pequeñas intrigas, envidias, deseos lujuriosos, desesperación, se vive el miedo y demás sentimientos y rabias que ya no se pueden contener, entre personas que comparten un espacio pequeño y asfixiante.
Mi teoría: Supongo que en primera instancia, poner en evidencia a las clases altas de la sociedad, que se creen más evolucionadas mental y socialmente que el resto de mortales con callos en las manos.
En segunda instancia creo, es algún tipo de ritual de evaluación masónico. Una prueba para poner en evidencia las verdaderas voluntades y comportamientos de los asistentes, todos ellos candidatos a subir algún grado en la escala de la francmasonería. Por eso, desde un principio todos hacen hincapié en su nobleza de caracter, destacando su estatus moral sobre todo, ante la adversidad. La mayoría de los invitados terminan desquiciados. Algunos se suicidan, otros, como una turba, intentan linchar al anfitrión acusándolo de ser el culpable de tan extraña situación, una mujer guarda unas patas de gallina y unas plumas en su bolso como una “contra” para evitar la mala suerte, evidenciando sus creencias poco convencionales en la hechicería, algunos masones se descubren ante la gente e incluso piden ayuda invocando con su llamado secreto a sus colegas de secta. También observamos la lascivia, la envidia, el suicidio, el incesto, el robo, la intriga y demás cotidianidades del mundo vulgar en que vivimos el resto de mortales. Al final vemos que algunos de los asistentes han logrado mantener la compostura desde que empezó el asedio a su fortaleza mental: El médico, el anfitrión Edmundo y algunos más. Supongo que uno de ellos era el Francmasón maestro que realizaba la prueba y los otros, los que demostraron un comportamiento ejemplar, los nuevos elegidos para ascender. Podría ser que Edmundo Nobile fuera el maestro, por su carácter de anfitrión y por ser al parecer, quien reparte las invitaciones en la ópera.
Otra cosa importante es que nadie puede ingresar a la casa, ni la policía, de la misma forma en que nadie puede salir del salón de invitados.
La forma de terminar esta situación se da cuando los presentes advierten que están en las mismas posiciones y lugares que tenían hace días, cuando comenzó todo. Recrean un poco a base de memoria los comentarios y situaciones de aquel lejano dia, hasta que rompen el hechizo que los ata y salen todos en tropel de la casa. Como si para terminar la evaluación, hicieran cuenta que “aquí no ha pasado nada”.
Excelente película clásica, de lo mejor de la filmografía de Buñuel, que al parecer, siempre se quejó de no poderla filmar en Europa en mejores condiciones económicas para hacer más evidente aún, el mundillo rancio de la nobleza.
Pdta.: ¿El oso? No sé, algún símbolo totémico que se yo. Lo que esta claro, es que nada en estas películas esta puesto al azar o es producto de la improvisación. Generalmente los autores manejan un lenguaje visual riquísimo y todas las situaciones son premeditadas.
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