ZARDOZ




Título: Zardoz
Dirección: John Boorman
Producción: John Boorman
Guion: John Boorman
Música: David Munrow
Montaje: John Merritt
Protagonistas: Sean Connery, Charlotte Rampling, Sara Kestelman
País: Reino Unido
Año: 1974
Duración: 105 min.
Idioma: Inglés





Sinopsis
En un futuro remoto, una tribu de hombres veneran a un dios cabeza de piedra que predica el asesinato y que les entrega armas  para que optimicen su trabajo de exterminio en contra de los habitantes del mundo. Uno de los “brutales”, seguidor del dios, desconfía de sus enseñanzas y emprende una aventura para conocer lo que se esconde detrás de la mole de roca.


Zardoz es una película ambientada en un futuro lejano. En este futuro, un grupo de humanos, los más inteligentes, bellos y poderosos, con ayuda de la ciencia y la tecnología, han encontrado el secreto de la vida eterna. Viven apartados en una locación en las montañas, lejos del resto de seres humanos que llevan una vida de penurias y sufrimiento en lo que queda de un mundo que acaba de salir de un conflicto bélico de proporciones mundiales. Estos hombres, viven en tales condiciones de ignorancia y pobreza que su vida transcurre en escenarios primitivos sin el uso de los conocimientos más básicos.

La estética de la película es setentera, muy hortera. Pero obviando estas cuestiones de forma, es muy entretenida, compleja y rara. Desconocida para mí hasta hace poco, vista por la curiosidad estética del personaje de Sean Connery con cabello largo, patillas  enormes y un uniforme de botas altas y calzoncillos rojos con tirantes, lejano del recuerdo que tengo de Sean  encarnando a un James Bond seductor.

La temática es compleja, ciencia ficción metafísica donde encontramos lucha de clases, la religión como vehículo manipulador y un excelente Sean Connery que encarna al “bestial” Zed, un hombre que ha podido aprender y conocer el funcionamiento del mundo natural, la ciencia y la literatura mediante el estudio. Este conocimiento permite a Zed, nuestro personaje, cuestionar los mandatos de Zardoz y acceder a la ciudad de los hombres eternos, ciudadanos soberbios e indiferentes.

En líneas generales, la gente rica y poderosa utiliza su conocimiento y poder para manipular la masa ignara. Los ciudadanos poderosos han creado a Zardoz un dios cabeza de piedra volante para mediante su figura adoctrinar una tribu guerrera al mando de Zed. El mensaje de Zardoz es el odio. De la cabeza del dios salen armas y mandatos. La tribu escogida por Zardoz tiene la obligación de asesinar, sodomizar y esclavizar a los humanos que encuentren en sus batidas periódicas.

La historia también nos habla de la evolución, los inmortales se han mantenido inmutables física y mentalmente, una abominación y burla de la naturaleza en constante cambio. Mientras, los genes de los hombres mortales han ido mutando, permitiendo la adaptación a un mundo cambiante hasta llegar a Zed, el encargado de confrontar el “vortex”, que se ha convertido en una especie de comuna jipi sin sexo ni peleas, por tanto sin mucha gracia.

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